Con una multitudinaria y emotiva celebración eucarística en la Plaza Los Héroes de Rancagua, este pasado miércoles 3 de septiembre al mediodía se realizaron las exequias de Mons. Alejandro Goic Karmelic, obispo emérito de Rancagua, quien falleció el pasado 1 de septiembre.
La misa fue presidida por el Arzobispo de La Serena y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. René Rebolledo Salinas, acompañado del Nuncio Apostólico, Mons. Kurian Mathew Vayalunkal, el Obispo de Rancagua, Mons. Guillermo Vera Soto, junto a numerosos obispos, sacerdotes, diáconos, religiosas, familiares, autoridades y cientos de fieles que llegaron a rendir homenaje a la memoria del pastor.
Durante la ceremonia, Mons. Rebolledo dio lectura a una carta enviada por el Presidente de la República, en la que se destacó la profunda vocación pastoral y el compromiso social de Monseñor Goic a lo largo de su vida
“Estimado Monseñor Rebolledo, a través de esta carta quisiera hacerle llegar a usted a la Conferencia Episcopal y a toda la comunidad que conforma la Iglesia Católica, mi más sentido pésame por el sensible fallecimiento del Obispo Alejandro Goic Karmelic, que en paz descanse.
Desde su posición en Punta Arenas y luego en la Arquidiócesis de Concepción, el Obispo Goic, al igual que otros sacerdotes religiosos y laicos, jugó un papel relevante en la defensa de los derechos humanos, la protección de las familias y la defensa de los trabajadores durante la dictadura. Estoy seguro de que muchos compatriotas están agradecidos de la asistencia que él entregó a víctimas del régimen y a sus familiares. Como Presidente de la República y también como chileno, hoy quiero expresar mi respeto y admiración por la capacidad del Obispo Goic para defender su posición profundamente ética, que no fuera otra que la de los perseguidos y más necesitados en un momento en que no se podía hablar con libertad.
Recuerdo también al Obispo Goic como un promotor de la justicia social que planteó a la opinión pública la necesidad de resguardar y mejorar los derechos de las y los trabajadores de nuestra patria. Asimismo, propuso la creación de un sueldo ético, idea que le valió críticas y cuestionamientos, y denunció las desigualdades que calificó de escandalosas que aún existen en Chile. Nuestra sociedad necesita voces, voces comprometidas y coherentes, que se alcen sin temor para defender a las personas más vulnerables.
Y sin duda, el Obispo Alejandro Goic será recordado por haber cumplido ese rol. Le agradeceré que pueda hacer llegar mis condolencias también a sus apreciados familiares. Reciba un cordial saludo, Gabriel Boric Font, Presidente de la República”.
Posteriormente, hicieron uso de la palabra diversas autoridades: el Gobernador Regional, Pablo Silva Amaya, quien resaltó el legado del obispo en la defensa de la dignidad humana; el Delegado Presidencial, Fabio López Aguilera, que entregó un mensaje de reconocimiento a su labor cercana a los más pobres; y el Alcalde de Rancagua, Raimundo Agliati, quien expresó el agradecimiento de la comunidad local por la huella espiritual y social que dejó en la región.
Finalmente, un integrante de la familia de Monseñor Goic dirigió unas sentidas palabras de agradecimiento, recordando su ejemplo de fe, sencillez y entrega, lo que emocionó a los asistentes que lo despidieron con un largo y cariñoso aplauso.
De esta manera, la diócesis de Rancagua y la Iglesia chilena dieron el último adiós a Monseñor Goic, pastor que será recordado por su compromiso con los más necesitados y su incansable defensa de la vida y la justicia social.