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Santa cruz FM

Caja de Memoria” permitirá vincular a niños y niñas que fueron cedidos en adopción con su historia familiar.

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El Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia escogió la región de O’Higgins para implementar una importante iniciativa que busca vincular a niños y niñas que fueron cedidos en adopción con su historia familiar y entregar una herramienta de apoyo emocional a sus progenitores, quienes viven esta separación como un período de duelo.

Se trata de la denominada “Caja de Memoria”, que -por una parte- se le entrega a la familia que adopta, y que incluye objetos significativos como una fotografía del niño con su madre biológica y una carta en la que ella explica las razones para entregarlo en adopción.

Y que también recibe la madre biológica, y que contiene una fotografía, las huellas del bebé estampadas en una superficie y un peluche tejido o “amigurumi”, símbolo de conexión emocional.

El proyecto se enmarca en el Programa de Apoyo y Orientación a la Familia de Origen que acompaña a mujeres o familias que evalúan la posibilidad de asumir los cuidados de sus hijos o cederlos en adopción.

En la región, el matrimonio compuesto por Yesenia y Fabián fue el primero en recibir la “Caja de Memoria”. Ellos han tomado la decisión de que le contarían a su hijo su historia familiar.

“Para nosotros, la identidad de cada persona es muy importante, por eso queremos conservar el máximo de información para el momento en que él tenga preguntas sobre sus orígenes”, explica Fabián.

Por su parte, Yesenia reflexiona: “Seguramente fue muy difícil para ella tomar esa decisión (de entregar en adopción a su hijo). Creo que sus deseos se están cumpliendo. Es un niño feliz, amado y crece en una familia que lo protege”.

Desde del Servicio de Protección de destaca que esta “caja es una herramienta que permite a las familias adoptivas trabajar la historicidad de los niños y niñas. Al mismo tiempo, ofrece a la madre que cedió a su hijo o hija en adopción un espacio tangible para la elaboración del duelo por la separación”.

Un elemento que destaca en las cajas es el “amigurumi”, un par de peluches idénticos denominados “parejas de vínculo”. Estos juguetes, fueron tejidos voluntariamente por las integrantes de la agrupación de personas mayores Taller Millaré de Marchigüe y simbolizan la unión entre el niño y su madre biológica, con miras a un eventual reencuentro en el futuro, en el marco de un proceso de “Búsqueda de orígenes”.

En ese sentido, la coordinadora regional de Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), Karin Ortiz, subraya que “esta colaboración es parte de la articulación intersectorial que realizamos con el objetivo de fomentar la participación de las personas mayores en experiencias significativas y que dan cuenta de su compromiso con la infancia”.

Desde 2021, en la Región de O’Higgins, el Servicio de Protección ha acompañado en este proceso de reflexión a 33 familias. De estas, en la mitad de los casos la familia decidió continuar con la crianza de sus hijos o hijas.

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