Ese signo permite a los fieles manifestar públicamente su arrepentimiento y compromiso con el cambio y pedir a la Iglesia que ore por su conversión.
Preparando la Pascua
La celebración de Resurrección del Señor constituye, sin duda, la fiesta primordial del año litúrgico. De aquí que, cuando en el siglo II, la Iglesia comenzó a celebrar anualmente el misterio pascual de Cristo, advirtió la necesidad de una preparación adecuada, por medio de la oración y del ayuno, según el modo prescrito por el Señor.
Este período de preparación comienza con Miércoles de Ceniza, que este año es el 22 de febrero, y culmina el Domingo de Ramos, para iniciar la Semana Santa. El Miércoles de Ceniza se celebra en todas las parroquias y es día de ayuno y abstinencia para los católicos. Los sacerdotes imponen las cenizas en la frente en forma de cruz y, con ellas, marca el inicio de la Cuaresma, período de austeridad, reflexión y oración.