El domingo 21 de noviembre, se publicó el mensaje del Papa Francisco dirigido a los participantes de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, reunidos en Ciudad de México del 21 al 28 de noviembre de 2021, con el deseo -escribe el Santo Padre- de impulsar una Iglesia en salida sinodal, “reavivar el espíritu de la V Conferencia General del Episcopado que, en Aparecida en 2007, nos convocó a ser discípulos misioneros, y animar la esperanza, vislumbrando en el horizonte el Jubileo Guadalupano en 2031 y el Jubileo de la Redención en 2033”.
Comunión, participación y misión
En su mensaje (firmado en San Juan de Letrán, Roma, el 15 de octubre de 2021), el Pontífice agradece a todos por su presencia en esta Asamblea, «que es una nueva expresión del rostro latinoamericano y caribeño de nuestra Iglesia, en sintonía con el proceso preparatorio de la XVI Asamblea general del Sínodo de los Obispos que tiene como tema `Para una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión´».
En base a estas claves que “vertebran y orientan la sinodalidad”, es decir, comunión, participación y misión; el Papa reflexiona brevemente sobre dos palabras que exhorta “a tener en cuenta de modo especial en este camino que están haciendo juntos: escucha y desborde”.
Procuren escucharse mutuamente
La primera palabra propuesta por Francisco es escucha:
“El dinamismo de las asambleas eclesiales está en el proceso de escucha, diálogo y discernimiento”, escribe el Obispo de Roma, destacando que en una Asamblea, “el intercambio facilita escuchar la voz de Dios hasta escuchar con Él el clamor del pueblo, y escuchar al pueblo hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama”.
Les pido -se lee en el mensaje del Papa- que procuren escucharse mutuamente y escuchar los clamores de nuestros hermanos y hermanas más pobres y olvidados.
Que esta Asamble “desborde” el amor creativo de su Espíritu
La segunda palabra es desborde:
“El discernimiento comunitario requiere mucha oración y diálogo para poder hallar juntos la voluntad de Dios, y también requiere encontrar caminos superadores que eviten que las diferencias se conviertan en divisiones y polarizaciones”, escribe Francisco manifestando que, en este proceso, pide al Señor que esta Asamblea sea expresión del “desborde” del amor creativo de su Espíritu, “que nos impulsa a salir sin miedo al encuentro de los demás, y que anima a la Iglesia para que, por un proceso de conversión pastoral, sea cada vez más evangelizadora y misionera”.
Por ello, el Pontífice alienta a todos a vivir estos días “acogiendo con gratitud y alegría este llamado al desborde del Espíritu en el Pueblo fiel de Dios que peregrina en América Latina y el Caribe”.
“Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide con su protección maternal. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí”, concluye Francisco.