Con el objetivo de acercar la sensación de hogar, brindando un espacio cómodo, provisto de cocina, comedores, sillones, baño y ducha, entre otros insumos, la sala familiar de la Fundación Ronald McDonald del Hospital Regional del Libertador Bernardo O’Higgins (HRLBO) representa una zona que permite a los familiares o cercanos responsables del paciente pediátrico hospitalizado, hacer un alto en las rutinas que implican los tratamientos intrahospitalarios, encontrando allí tranquilidad y confort, necesarios para continuar acompañando al menor hasta su alta médica.
En ese contexto, Lorena Martínez, asistente de la sala ubicada en el tercer nivel del establecimiento, expresa que “a través de este espacio físico, la fundación da un servicio de apoyo a padres y tutores de menores hospitalizados. La idea es hacer la estadía y acompañamiento más humano y confortable”, añadiendo que, “para ello, contamos con facilidades, para que los familiares o tutores de los pequeños puedan descansar en nuestra sala, usar la cocina para calentar sus alimentos, almorzar, hacer uso de la WIFI, ducharse o simplemente prepararse un café con agua calientita”.
Para Alejandra Valencia, enfermera jefa del Departamento de Satisfacción y Participación Usuaria, la iniciativa “representa resguardo para quienes acompañan a los menores internados en los servicios clínicos de la institución, como son Cirugía Infantil, Servicio de Pediatría, Neonatología y UPC Pediátrica. Se trata de un lugar protegido, exclusivo, una pausa saludable para padres y madres acompañantes que necesitan desestresarse un momento de lo que significa una hospitalización de un hijo al margen de la circunstancia, que requieren descansar después de una extensa jornada junto a su hijo o hija”.
Pero, ¿cómo se hace uso efectivo del espacio?
Tanto la asistente de la sala, Lorena Martínez, como la jefa de OIRS, Alejandra Valencia, comentan que se mantiene una coordinación entre las enfermeras supervisoras de los servicios clínicos, quienes derivan una nómina de tutores responsables o padres de los niños que permanecen hospitalizados para el posterior chequeo en sala. A lo que Martínez refuerza que, “de esta forma generamos una estadística del uso semanal y mensual de nuestro espacio, lo que nos permite sostener que superamos las cien personas entre padres, madres y tutores que hacen uso de la sala en una semana”.
La sala recibe a padres y/o tutores de los menores de edad hospitalizados de lunes a viernes de ocho am a ocho pm, variando los días sábado, domingo y festivos en torno al cierre, que está programado para las 17:30 horas, lo que “representa una buena ayuda”, como finaliza la enfermera del HRLBO, Alejandra Valencia.