Junto a una de las capillas que fue destruida por los incendios se encuentra intacta una imagen de la Virgen María, que ha dado esperanza a la comunidad.
En medio de los escombros de una de las capillas de la comuna de Santa Juana que fue destruida por los incendios que afectan a la zona, se encuentra intacta una imagen de la Virgen María.
En su visita a la zona, el Obispo Auxiliar de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez, tomó una fotografía de la Virgen junto a la cruz al lado de la capilla quemada. Fotografía que posteriormente fue compartida en redes sociales por el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, lo que “ha permitido que muchos hermanos sepan del incendio, que recen por nosotros, como María al pie de la cruz”, relató el Padre Ricardo Valencia, Párroco de la P. Inmaculada Concepción de Santa Juana.
La imagen de la Virgen se encuentra en el sector Tres Rosas, donde estaba la capilla San Ignacio de Loyola, y fue traída en el verano de 2020 por los misioneros de Duoc Concepción, quienes “conocieron a la comunidad en medio de una crisis social”.
El Padre Ricardo relató que el primer día de los incendios salió a recorrer todas las capillas, “porque yo necesitaba emocionalmente ver mis capillas, porque yo me siento damnificado. Son las capillas donde hemos celebrado la fe con los hermanos, donde hemos velado, donde hemos celebrado matrimonios”.
En cada una de las capillas siniestradas tomó fotos y grabó videos para dejar un registro, pero con la intención de efectuar “una visita muy breve, porque me interesaba llegar a las familias, a los animadores de comunidad”. No obstante, donde estaba la imagen de la Virgen tuvo que quedarse más tiempo, más de media hora, porque llegaba y llegaba gente.
“Llegaban personas a rezar porque no pillaban a un familiar que está perdido o no tienen conectividad. A muchos de ellos los encontraron, otros lamentablemente no. Tenemos todavía gente que no encontramos en Santa Juana, no tenemos conectividad, es una comuna muy rural”, explicó.
En ese contexto enfatizó que “la gente pasaba a rezar a la imagen de María y sentían que la Virgen al lado de una capilla quemada era como que la Virgen está al lado de ellos”.
“Yo quería pasar tres minutos y sin embargo estuve más de media hora con personas que me decían «Padre, vine a rezar». Me tuve que quedar con ellos y fue una gracia y una alegría para mí”.
Fuente: Comunicaciones Concepción