A tres años de la propuesta ejecutada por la Pontificia Universidad Católica (UC), a través de su Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, y financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de O’Higgins, el sueño histórico del secano costero se ha convertido en una realidad. Nogales, cerezos, arándanos y nectarines son solo algunos de los más de 10 árboles frutales que se plantaron y han estado creciendo gracias a un innovador sistema de riego por goteo que ha entregado una mirada alentadora a la agricultura local afectada, gravemente, por la falta de precipitaciones y una creciente sequía en los últimos diez años.
El proyecto “Reconversión agrícola del secano con riego tecnificado” surgió en 2020, bajo la ejecución de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la UC y el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) con el propósito de entregar una solución tecnológica a los agricultores de tres comunas de la sexta región del país, ante una problemática que ha afectado a diversas localidades a lo largo del país: la sequía en la producción agrícola.
A pesar de la llegada inesperada de la pandemia por Covid 19 que sacudió al país, y con ello, todos los mercados incluyendo el frutícola, el proyecto se mantuvo firme en su iniciativa y logró ejecutar la plantación de 11 especies de árboles frutales en tres parcelas agrícolas de la Provincia de Colchagua y Cardenal Caro: Lolol, Pumanque y Marchigue. Nogales, cerezos, duraznos frescos, conserveros, nectarinos, mandarines, naranjos, limoneros, almendros, ciruelos, arándanos fueron los árboles seleccionados para esta reactivación y reconversión agrícola.
Respecto al sistema de riego, las parcelas se encuentran en constante evaluación y análisis para lograr identificar las maneras más viables y productivas de hacer un buen uso del agua y lograr que los árboles sigan con un crecimiento fructífero. Para ellos se han instalado sondas de capacitancia para detectar la húmedad del suelo, una bomba que permite un riego programado automático y paneles solares para entregar electricidad al mecanismo.
El principal desafío no era sólo entregar herramientas innovadoras y tecnológicas a los agricultores del secano costero para mejorar la producción de sus cultivos, sino que también construir un plan estratégico que apunte a crear una red educativa y motivante para los agricultores de la zona. Con la idea de que estos puedan conocer sus cultivos y extiendan la invitación a más productores y potenciales beneficiarios.
Juan Pablo Subercaseaux, ingeniero agrónomo, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y coordinador responsable del proyecto afirma que, más allá de entregar soluciones, “lo importante es encantar a los agricultores con estos nuevos sistemas de agricultura. Lograr que se involucren más con el proyecto y se animen a formar parte de los beneficiarios”. Con esto, se puede lograr la formación de líderes gremiales y mejorar su competitividad dentro del mercado regional, nacional e internacional.
Respecto a las novedades para el proyecto, además de cuidar y hacer crecer exitosamente todas las especies plantadas, el equipo busca que el aprendizaje persevere con el tiempo, a través de Grupos de Transferencia Tecnológica (GTT) y con la implementación de una biblioteca web de acceso público para todo quien necesite orientación e información respecto al mercado agrícola y al cuidado y funcionamiento tecnológico de los sistemas y herramientas ya instauradas.