El Santuario de Santa Rosa de Pelequén fue el lugar de encuentro para todos quienes conforman la pastoral familiar diocesana. Hasta allí llegaron laicos y consagrados para dar inicio al importante trabajo que realizan cada año al interior de sus comunidades.
Al inicio de la jornada recibieron el saludo y bendición de su asesor, Pbro. Ernesto Castro M., y participaron de momentos de oración y reflexión sobre temas como: “Algunas perspectivas pastorales”; “La necesidad de desarrollar nuevos caminos pastorales”; “Amoris Laetitia. Exhortación apostólica sobre el amor de familia”, a cargo del matrimonio de Macarena Donoso y Juan Carlos Astete, coordinadores de esta pastoral.
Por otra parte, monseñor Guillermo Vera hizo llegar su mensaje en el que les agradeció su tiempo y trabajo. Además, los llamó a “acompañar a las familias, a los esposos, a los hijos, que a veces necesitan ser escuchados, a lo largo de la vida de la familia, apoyar en momentos de alegría, dolor, saber estar como Iglesia cerca de aquellos hermanos nuestros que nos necesitan y también poder motivarles”. También destacó la importancia de estar presente como Pastoral Familiar en las instancias que reúnen jóvenes: “Hablen de la familia, del matrimonio, de las alegrías y penas que han enfrentado, las dificultades que han sabido superar, compartan experiencias, para que esos jóvenes, desde la edad que están viviendo, puedan ir pensando en las familias que van a formar”.
Luego los participantes trabajaron en las líneas de acción que se llevaron a cabo, que se transformarán en acciones concretas que serán evaluadas en una segunda reunión que se hará en agosto de este año.
Finalizaron la actividad con un almuerzo fraterno.