El 30 de agosto, desde la madrugada, la fe y la tradición se vivirán intensamente en el Santuario de Santa Rosa, donde familias enteras llegarán para agradecer, cumplir mandas y pedir la intercesión de la patrona de América.
Este sábado 30 de agosto, las campanas del Santuario de Pelequén volverán a sonar con fuerza para anunciar la gran fiesta en honor a Santa Rosa de Lima. Como cada año, miles de peregrinos llegarán desde distintos rincones del país para encontrarse con la primera santa de América y compartir un día marcado por la fe, la devoción y la esperanza.
La jornada comenzará temprano, con la primera misa a las seis de la mañana, momento en que ya muchos devotos habrán caminado durante la noche para cumplir sus promesas. Durante todo el día, las eucaristías se sucederán una tras otra, permitiendo que cada grupo de fieles tenga su espacio de oración y recogimiento.
Las peregrinaciones también serán parte esencial de la fiesta: jóvenes, familias y los tradicionales cuasimodistas llegarán hasta el templo este fin de semana, llenando de colorido y fervor las calles de Pelequén.
No faltarán los gestos de gratitud y sacrificio, expresados en mandas y ofrendas, junto con el ambiente festivo que se vive en la feria y el comercio local, donde los visitantes comparten una pausa antes de regresar a sus hogares.
Más que una tradición religiosa, la fiesta de Santa Rosa de Lima en Pelequén es un verdadero encuentro de fe y comunidad, donde cada 30 de agosto el pueblo abre sus puertas para acoger a miles de corazones que llegan en busca de consuelo, gratitud y esperanza.