● La actividad se dio bajo el alero de un proyecto Fondecyt encabezado por el académico UOH Federico Navarro.
La lectura y escritura son medios fundamentales para aprender en contextos escolares y no escolares, porque es a través de ellas que construimos y reorganizamos lo que sabemos. Además, a través de la lectura y la escritura nos comunicamos con nuestro entorno inmediato y más global e histórico, y también expresamos y negociamos creativamente lo que pensamos y somos, e incluso en algunos casos podemos intentar cambiar la realidad.
A su vez, la lectura y la escritura no solo se aprenden en la educación básica. Las niñas y niños observan y participan en prácticas letradas aún antes de poder decodificar su primera letra o de poder escribir su nombre. Pero también aprendemos a leer y escribir textos nuevos mucho después de finalizar la educación formal.
De ello se conversó en “Lectura, Escritura y Aprendizaje: Evidencias para docentes”, seminario que se desarrolló en el auditorio del Campus Rancagua de la Universidad de O’Higgins y que fue la actividad de cierre del proyecto Fondecyt regular 1191069 “Lectura, escritura y desempeño académico en educación superior: hacia un modelo de experticia letrada”.
“Encontramos algunos resultados interesantes, que aún estamos tratando de entender. Por ejemplo, vimos que una prueba estandarizada de escritura para la participación ciudadana no refuerza las brechas socioeconómicas de base, en contraste con una prueba estandarizada de lectura, que sí lo hace. También confirmamos que la lectura y la escritura se relaciona con qué tan buen estudiante seré en el futuro. Y encontramos ciertos hábitos de buenos estudiantes, como leer con otros o vincular lo que se escribe dentro y fuera de los centros educativos”, apuntó el director de la Escuela de Educación e investigador principal del proyecto, Dr. Federico Navarro.
Por su parte, para la directora del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP), Lilia Concha, en el área del lenguaje “el leer para aprender es la idea fuerza que resume el objetivo de la reactivación de aprendizajes. Leer el mundo, desarrollar y expresar ideas, acceder a los conocimientos del currículo gracias a la lectura es una tarea de primer orden en el trabajo docente. Para eso, investigar y construir conocimiento didáctico en lenguaje es primordial para fortalecer competencias docentes, y para enseñar y aprender más y mejor, por lo cual valoramos este tipo de instancias”.
En conjunto, la lectura y la escritura son habilidades complementarias que se refuerzan mutuamente y son esenciales para las trayectorias académicas y personales. Los estudiantes que desarrollan habilidades sólidas de lectura y escritura tienen más probabilidades de tener éxito en la escuela y la universidad y en sus carreras, pero también de poder expresar, comunicar y participar de formas más plenas y significativas.