Durante las vacaciones de invierno, más de 500 estudiantes de Duoc UC misionarán en 18 puntos del país, entre ellos, 4 sectores de la Región de O’Higgins.
Desde El Molle en La Serena hasta Cochamó en Los Lagos, grupos de estudiantes de Duoc UC se desplegarán durante las Misiones de Invierno 2025 para compartir su fe, servir a las comunidades locales y vivir una experiencia transformadora tanto espiritual como humana, siendo la región de O’Higgins uno de sus destinos. La actividad, impulsada por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana, busca responder al llamado misionero con acciones concretas y con un fuerte énfasis en el anuncio del Evangelio.
Uno de estos grupos de estudiantes de educación superior se embarcará en una significativa misión solidaria en la ciudad de Rancagua. Durante esta experiencia, los jóvenes colaborarán activamente en diversas labores sociales y pastorales en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, cuyo párroco es el padre Miguel Ángel Cornejo Salvatierra. Particularmente, trabajarán en el Comedor de los Reyes y en la Capilla Madre de Dios.
Esta misión tiene como objetivo principal poner en práctica los valores de solidaridad, servicio y compromiso social que promueve Duoc UC, fortaleciendo el vínculo entre la fe y el servicio a los más necesitados, señalan de la entidad educativa.
Durante su estadía, los voluntarios apoyarán en la preparación y entrega de alimentos, actividades comunitarias y momentos de oración, buscando ser testimonio vivo del amor cristiano.
Dejando Huella
De acuerdo con lo que explican en Duoc UC, estudiantes de distintas sedes se han coordinado para misionar. Es así como jóvenes de las sedes de Plaza Vespucio y San Carlos van a la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Guacarhue; de Maipú a la Parroquia San Francisco Javier de Peralillo; de la sede Alameda van a San Judas Tadeo de Malloa; y de Plaza Oeste a Rancagua.
“El foco principal es la comunión con la gente, poder entregar a Cristo en cada uno de los rostros de nuestros jóvenes hacia la comunidad del lugar”, señala Camila Celedón, gestora pastoral de la sede Plaza Norte. Su comunidad misionará en una zona donde trabajarán especialmente con niños que se preparan para recibir su Primera Comunión. “Queremos dejar una huella profunda en ellos, para que ellos mismos puedan generar comunidad. Vamos con ese fuego encendido, con el deseo de anunciar a Jesús desde lo más sencillo”, agrega.
Además del trabajo espiritual, los jóvenes realizarán talleres, acompañamiento y diversas actividades que buscan fortalecer el tejido comunitario. Sin embargo, el corazón de la misión está en el encuentro: entre los estudiantes, con las familias que los acogen y, sobre todo, con Jesús.
Servir a Cristo
Las Misiones de Invierno 2025, que comenzarán el 26 de julio, abarcarán 18 zonas, 8 regiones y 10 diócesis, con una cobertura territorial inédita en esta edición. En total, más de 1.500 kilómetros serán recorridos por los equipos misioneros. Cada sede se prepara con encuentros previos, formación espiritual y jornadas de comunidad para que la experiencia misionera sea vivida con sentido y profundidad.
Las misiones son, en palabras de quienes las lideran, una oportunidad para formar comunidad, fortalecer la fe y vivir el Evangelio con alegría. En cada pueblo, en cada misa, en cada conversación sencilla, los estudiantes llevan mucho más que conocimientos o servicios: llevan esperanza, fraternidad y el rostro cercano de Cristo.