En una declaración emitida por el presidente y el secretario General del Episcopado nacional, los obispos han expresado su conmoción y dolor por el asesinato de tres carabineros en las cercanías de Cañete. Oran por las víctimas, sus familias y toda la institución de Carabineros, llamado a la paz y al entendimiento; así como a la búsqueda de acuerdos y medidas que favorezcan el bien común de la nación, dejando de lado la violencia y el desprecio por la vida.
A continuación, el texto completo del mensaje de los obispos:
ante el sensible fallecimiento de Carabineros en Cañete
“Si morimos con Él, viviremos con Él;
si perseveramos, reinaremos con Él”
(2 Tim 2, 11)
En nombre de los obispos de la Conferencia Episcopal de nuestro país expresamos nuestra conmoción y nos unimos al dolor de Carabineros de Chile por el asesinato en acto de servicio de tres de sus funcionarios: Sargento 1° Carlos Cisterna Navarro, Cabos 1° Sergio Arévalo Lobos y Misael Vidal Cid, que en paz descansen; hecho muy triste y lamentable ocurrido en las cercanías de Cañete, en su 97° aniversario institucional.
Oramos al Señor por el eterno descanso de las almas de estos policías y el consuelo de sus familias, así como por todos los integrantes de Carabineros. Que encuentren en el Señor de la vida consuelo y esperanza.
En estas tristes horas, reiteramos nuestro llamado a la paz y el entendimiento entre todas las personas que habitamos el país, dejando de lado la violencia y el desprecio por la vida. Hacemos nuestras las palabras que el Papa Francisco nos dejara hace unos años en Temuco, cuando nos llamó a la unidad en la diversidad, “que no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrándose vidas humanas”, porque lo único que esto despierta es mayor violencia y división, generando una espiral de dolor sin sentido.
Insistimos en el imperioso llamado a las autoridades y servidores públicos a buscar los acuerdos y medidas que favorezcan el bien común de la nación y la lucha contra el crimen que cobra vidas inocentes y hace tanto daño a la comunidad nacional.
En este momento de dolor, que Cristo Resucitado sea fuente de esperanza y consuelo. Él no nos abandonará en el deseo de generar espacios para recuperar una sana y digna convivencia, donde los cristianos seamos instrumentos de paz y misericordia. A Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina de Chile, pedimos que interceda por estas intenciones y por cuantos hoy están sufriendo.
Arzobispo de La Serena
Presidente
† Sergio Pérez de Arce Arriagada, sscc
Obispo de Chillán
Secretario General
Fuente: Comunicaciones CECh