A eso de las A 10:30 hrs. en la Plaza Prat de la ciudad nortina, cientos de ciudadanos se reunieron para conocer y saludar al nuevo pastor. En la actividad el alcalde de Iquique, Mauricio Soria, presentó a los diversos colegios y organizaciones, saludando también a los miembros de la Iglesia que acompañaban al electo obispo. Junto con manifestar su alegría por el nombramiento realizado por el Papa Francisco, recordó la bendición de la visita del pontífice a la ciudad y la devoción a la Virgen del Carmen “La chinita de La Tirana”. En sus palabras, el alcalde señaló con pesar que la ciudad ha salido al mundo como una ciudad poco tolerante con los migrantes, por actitudes “de unos pocos con actitudes xenófobas que no compartimos y no nos representan”, agregando que “somos una ciudad de migrantes”. En relación con ello, le señaló a fray Isauro “el iquiqueño, las iquiqueñas son personas amables y personas acogedoras. Yo sé que, con su conducción, que es la que necesitamos en minutos muy difíciles para esta región (…), con el cariño que tiene por las personas, sobre todo por las personas más necesitadas, esa conducción en la parte espiritual nos va a poder sacar adelante y sacudirnos de estos malos momentos”.
Luego, a nombre del gobierno regional, el Consejero Regional Iván Pérez dio la bienvenida al nuevo obispo recordando las principales tradiciones religiosas de la zona: La Virgen de la Tirana y la fiesta de San Lorenzo. Junto con agradecer su presencia, el CORE le ofreció el trabajar de manera conjunta por la región.
Fray Isauro a la ciudad: “nos asisten tiempos complejos, pero a la vez desafiantes”
Tras una presentación de la Escuela de cachimbo Méndez Albarracín del pueblo de Tarapacá, el electo obispo dirigió un mensaje a los presentes, agradeciendo las palabras acogedoras y la bienvenida a una región donde “se respira una larga historia de fuerza, de luchas, de reivindicaciones sociales no exenta de sufrimiento y de muerte que han configurado su identidad. Pero sobre todo hay grandes sueños y trabajos para hacer de este trozo de tierra un hogar para habitar, para ser familia y tener la alegría de vivir y no la tristeza de estar en este mundo, esta frase última es de un Obispo Enrique Alvear ya fallecido”. También expresó que somos parte de un mundo que cambia rápidamente: “nos asisten tiempos complejos, pero a la vez desafiantes por cambios sociales, políticos, culturales, eclesiales y que por el momento no logramos comprender y asimilar del todo. En medio de la crisis, la vida y la convivencia se desordenan un poco, la visión se oscurece se pierde la sabiduría y la ética para valorar lo que se ha construido e integrar lo nuevo que está germinando”, agregando que llegó “a esta región y diócesis de Iquique dispuesto a escuchar, a aprender, a conocer, a dialogar y a colaborar en cuidar la vida y salvar la calidad de convivencia humana. El Papa Francisco me ha elegido Obispo para la Iglesia que peregrina en el norte con rostro mariano. El pueblo de Dios con rostro de religiosidad popular con su tradición y visión del mundo del hombre y de Dios. Pueblo de Dios con rostro de interculturalidad e internacionalidad, que se abrazan en su diversidad con las dificultades que la misma provoca y que lamentablemente han sufrido en el último tiempo. Estoy siendo enviado una Iglesia que ha sabido estar cerca de los pobres, de los migrantes, de los necesitados. Seguiremos estando con ellos porque son los preferidos de Dios. El Dios del Reino y su justicia proclamado y vivido por Jesús de Nazaret señor del tiempo y de la eternidad”. Al finalizar recordó que María es la Madre y Reina de todo lo creado, pidiendo que “ella nos ayude a mirar el presente en amistad social, con entendimiento, con sabiduría, en fraternidad y amor dignificante ¡Muchas gracias!
Luego se realizó una procesión por las calles céntricas de la ciudad, la que en un primer momento fue encabezada por bandas de colegios católicos de la región. Seguidamente, representantes de los pueblos andinos le dieron bienvenida al obispo, junto con algunos movimientos apostólicos. Finalmente fue recibido por la federación de bailes religiosos de la zona, antes del ingreso a la Catedral, para dar inicio a la ceremonia eucarística.
La ordenación episcopal y toma de posesión en la Catedral
El obispo ordenante principal fue el cardenal arzobispo de Santiago, Celestino Aós Braco OFM Cap, quien fue acompañado por el nuncio apostólico en Chile, Alberto Ortega Martín y el obispo de Osorno, el también religioso franciscano Jorge Concha Cayuqueo OFM. Además, concelebraron otros obispos provenientes de diversos puntos del país.
El saludo y acogida, estuvo a cargo del administrador diocesano, el sacerdote Guillermo Fajardo. Luego de los ritos iniciales, se dio paso a la liturgia de la Palabra, destacando la proclamación del Evangelio de San Lucas 4, 14 al 22ª. Luego, se realizó la ordenación del electo obispo, invocando la presencia del Espíritu Santo, momento tras el cual se realizó la presentación de fray Isauro al cardenal Aós y se dio lectura del mandato apostólico.
Cardenal Celestino Aós al nuevo obispo: “Trata de ser un evangelio viviente”
Finalizada dicha presentación, el arzobispo de Santiago entregó su homilía a los participantes de la celebración, resaltando la alegría de la fiesta: “Fiesta que celebramos como pueblo de Dios” recordando la certeza que “Jesucristo es nuestro gran pastor, que nos ha guiado y hoy nos bendice con un nuevo pastor en tu persona estimado Isauro”. En sus palabras el arzobispo destacó que ahora “habrá recuerdos y certezas de tu historia personal y familiar”, dando a conocer los nombres de los hermanos y hermanas, así como de la madre y padre de fray Isauro “que no están presentes pero que seguro están con el corazón y con la mente aquí con nosotros”. Luego, el cardenal le invitó al electo obispo a rememorar su vocación y vivencias como franciscano menor. “Es Jesucristo quien por medio del obispo continúa anunciando el evangelio y ofreciendo a los creyentes los sacramentos de la fe. Es Jesucristo quién por medio del Ministerio paternal del obispo agrega nuevos miembros a la iglesia. Su cuerpo es Jesucristo quién valiéndose de la predicación y solicitud pastoral del obispo, les lleva a ustedes a través del peregrinar terreno a la felicidad eterna”, agregando que “Jesucristo es el protagonista de esta ceremonia”.
Más adelante, destacó el haber querido tener como lema de su ministerio las palabras del reglamento de los hermanos franciscanos “que son para todos los frailes y para todos los cristianos. Que dice, al levantarse por la mañana: lo primero busquen el Reino de Dios y su justicia”, agregando que Jesús fue impulsado por la fuerza del espíritu, y añadiendo que en este ministerio “solo desde la oración podrás buscar el Reino de Dios y su justicia” pidiéndole al nuevo obispo que tome la sagrada escritura como base de enseñanza y norma de vida: “Trata de ser un evangelio viviente, pero no olvides nunca que eres servidor de la palabra de la vida y no dueño de ella para acomodarla o recortarla. El episcopado es un servicio no un honor”. Por ello invitó a escuchar y atender a los laicos, exhortándolos a trabajar juntos en la obra apostólica, con los religiosos y religiosas, diáconos y sacerdotes “y así se irá instaurando el reino de Dios y su justicia”, sirviendo especialmente entre los pobres y migrantes.
El arzobispo Aós, también habló de la comunión y colegialidad del episcopado: “La conferencia episcopal fomenta la comunión entre las distintas Iglesias particulares” que promocionan la fe y el bien común y “se preocupan de cómo servir mejor a los pobres, manteniendo siempre la comunión con el Papa”, expresando que entre sus integrantes encontrará sabiduría y ejemplo, agregando que se “espera que tú serás un aporte enriquecedor con tu experiencia y virtud” como obispo en y para la iglesia particular de Iquique. “Tienes a un pueblo que ama a la Virgen María, como Virgen del Carmen, la querida Carmelita en la Tirana; como Virgen de Lourdes en Pica; como Virgen del Perpetuo Socorro en Huara; como la Inmaculada Concepción aquí en la catedral. Llenos de alegría y del Espíritu Santo ahora pedimos que el Espíritu Santo descienda sobre ti y te consagre obispo sucesor de los Apóstoles, pastor bueno. Que esté mismo Espíritu descienda sobre todos los que estamos celebrando esta misa y que la alegría nos llene, para que podamos llevarla nuestras familias y comunidades. Para que busquemos el Reino de Dios y su justicia, para que seamos artesanos de paz y bien”.
Tras la homilía, el obispo electo realizó sus promesas ante el cardenal, quien le interrogó sobre su propósito de conservar la fe y cumplir su ministerio. Luego de las letanías se desarrolló la imposición de manos y la plegaria de ordenación. Después el cardenal impuso las manos sobre la cabeza del obispo electo, lo que también realizaron los demás obispos presentes. Posteriormente, el cardenal colocó el Evangeliario abierto sobre la cabeza del obispo electo, momento seguido por la unción del santo crisma en la cabeza del ordenado. Luego de recibir el Evangelio de parte del arzobispo Aós, se el entregaron sus insignias episcopales. Mientras el anillo fue traído al altar por los hermanos de fray Isauro, la mitra fue portada por agentes pastorales de Alto Hospicio, y el báculo por miembros de los bailes religiosos. Después de la entrega de dichos signos episcopales, el cardenal invitó al obispo a sentarse en la cátedra donde recibió el saludo de todos los obispos. También miembros del clero local, algunas religiosas y agentes pastorales saludaron al obispo, manifestándole su adhesión y respeto. Al concluir el rito de ordenación y de toma de posesión, el obispo presidió la concelebración de la liturgia eucarística.
Luego de la santa comunión, el nuevo obispo consagró su ministerio a la Santísima Virgen María con el canto de la Salve, procediendo después a recorrer la Iglesia Catedral, bendiciendo al pueblo de Dios presente en el templo mientras se cantaba el himno Te Deum y el Magnificat.
Finalmente, el Nuncio Apostólico, Monseñor Alberto Ortega Martín se dirigió a los partícipes de la celebración, expresando su alegría de compartir la ordenación episcopal , transmitiendo “los saludos, la cercanía y la oración del santo padre por todos ustedes” y agradeciendo “públicamente al padre Isauro por su sí al Señor, por haber aceptado el nombramiento como obispo de Iquique” y también al padre Guillermo Fajardo por su servicio como administrador diocesano “una misión que ha desempeñado con tanta generosidad”. “Le deseo una misión llena de bendiciones, teniendo siempre como ejemplo a Jesús el Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas, que las conocen, que las acompaña con cercanía”.
El obispo Covili invita a un compromiso por la paz para desterrar la violencia
Antes de la bendición solemne, el obispo Isauro entregó también un sentido mensaje de gratitud a su familia y la comunidad religiosa franciscana, a la vida religiosa en general, laicado y así como a todos los que participaron en la celebración de manera presencial o remota. También manifestó su gratitud al Papa Francisco, no solo por escogerle como obispo, sino también por sus empeños de renovación de la Iglesia. Reiteró su llamado a trabajar juntos por el Reino de Dios y su justicia, que eligió como lema episcopal.
“Nuestra región sufre los dolores y clamores de pueblos vecinos, de una humanidad herida a causa de problemas políticos, sociales y económicos de otras naciones hermanas”, manifestó el obispo, reiterando ante la complejidad de la problemática migratoria, que nadie se salva solo. “Llegó a la diócesis con un solo deseo: que seamos todos discípulos y discípulas de Jesús, en comunión con la Iglesia Universal y chilena, en cercanía a los invisibilizados”, enfatizó. También llamó a cultivar una profunda vida de oración, para mirar la realidad con ojos compasivos, “si no, nuestra acción pastoral corre el riesgo de caer en la ideología, en la búsqueda de intereses individualistas”, manifestó.
También invitó a seguir construyendo vida comunitaria con audacia evangélica y pastoral “para que podamos colocar el vino nuevo en odres nuevas”, destacando que la sinodalidad, el caminar juntos, “nos capacitará para mirar y revisar nuestras estructuras pastorales y descubrir nuevos lugares de misión junto a otros credos religiosos y organizaciones populares”. Además, el pastor pidió renovar “nuestra opción preferencial por lo pobres, situándonos en la mejor tradición de la Iglesia latinoamericana y caribeña”, teniendo en cuenta lo señalado por los obispos desde la Conferencia de Medellín en adelante.
Isauro Covili, destacó igualmente como prioridad el desarrollar “ambientes sanos y seguros para que nunca más en Chile y el mundo ocurran situaciones de abuso. Como pastor pido perdón a nombre de la diócesis que desde hoy presido, a todos los que han sufrido algún tipo de abuso”.
Frente a los signos de mayor violencia y conflicto que se viven actualmente, el obispo invitó a un compromiso por la paz, que asuma y enfrente la existencia de un sistema que produce grandes desigualdades.
Finalmente, el recién ordenado pastor, pidió que le sigan llamando “hermano Isauro” u “hermano obispo”, instando a profundizar el compromiso cristiano “en bien de la paz, de la justicia, la reparación y el cuidado de la creación para que cooperemos desde un humanismo evangélico, y si me permiten franciscano, ideas de la Doctrina Social de la Iglesia que brotan del Evangelio para formar comunidades humanas y cristianas, donde los hombres y mujeres sean más y mejores personas fraternas y solidarias”.
Fuente: Comunicaciones CECh – Iquique